Ahora desde la nada

La tarde desfondada
De dolor de cabeza.
Las cosas que me rondan
Poco a poco y lentamente
Me van haciendo un corro
repleto de destino.


Un abismo notable
Me suspende en mi mismo
Y la nada no es nada.


La rabia no es nada.
Es una baya repleta de si misma.
La rabia no es ajena.
Y es ajena a si misma.


Tener un jersey cómodo
Vestir de verde o marrón.
Encontrarme cansado
O no.


A ver si viviendo
Se me pasa la vida.

Lo innoble de maltratar lo bello,
De no considerarlo,
De no ser uno mismo.
Ahora lo veo.
No saber decir “lo siento”
No saber decir “ya basta”
No saber decir “ no puedo”
No saber decir mi nada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Hay que ser muy poco hombre,
para hacer lo que tu has hecho,
pero aún hay que serlo menos,
para no poder decir "lo siento".